¿Qué son las fibras dietéticas?

Este término “fibra” abarca una variedad de moléculas (hidratos de carbono complejos) que no se digieren ni absorben en el intestino delgado. A menudo se dividen en fibras solubles o insolubles.

Las fibras solubles son fermentables y absorben agua. Pueden asociarse a una sensación de saciedad. Algunas fibras solubles, como el betaglucano, que se encuentra en la avena o la cebada1, también pueden mejorar los niveles de azúcar en sangre y reducir el colesterol en sangre. Las fibras insolubles, como el salvado de trigo, no absorben el agua. Ayudan a mejorar el tránsito intestinal[1].

Por lo general, se acuerda que un adulto debe consumir al menos 25-30 gramos de fibra al día[2].

Cada vez más estudios muestran que una ingesta generosa de fibras alimentarias reduce el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas[3],[4], diabetes, obesidad y ciertos trastornos gastrointestinales4.

1. Comisión Europea. Registro de la UE sobre declaraciones sobre nutrición y salud. La reivindicación puede usarse solo para alimentos que contienen al menos 1 g de betaglucanos de avena, salvado de avena, cebada, salvado de cebada, o de mezclas de estas fuentes por porción cuantificada.
2. Comisión Europea. Registro de la UE sobre declaraciones sobre nutrición y salud. Estas afirmaciones solo pueden utilizarse para alimentos con alto contenido de esa fibra.
3. EFSA
4. Slavin J. Granos integrales y salud humana. Revisión de la investigación nutricional 2004;17:99.