Hoy en día, los consumidores están preocupados por el impacto que nuestros sistemas alimentarios provocan en el planeta. A medida que aumenta su conocimiento sobre el cultivo y la producción sostenbiles con el medio ambiente, el abastecimiento responsable se convierte en una consideración más importante en las elecciones de los consumidores. Según nuestra última encuesta global de consumidores Taste Tomorrow, el 68% de las personas están interesadas en productos de alimentación procedentes de métodos agrícolas sostenibles. ¿Por qué es tan importante la agricultura regenerativa para los consumidores y para nuestro planeta?
Comer alimentos procedentes de la agricultura regenerativa es apostar por un futuro sostenible. La mayoría de los consumidores globales son conscientes de este hecho: según nuestra encuesta realizada a 20.000 personas de 50 países diferentes, el 65% piensa que los productos procedentes de métodos de agricultura regenerativa son mejores para el medio ambiente. Sin embargo, hay otro beneficio de la agricultura regenerativa que es aún más reconocido: el 68% cree que los productos extraídos mediante prácticas agrícolas sostenibles son mejores para su salud.
Pero, ¿qué son exactamente los alimentos regenerativos? Ahora que la sostenibilidad está en la vanguardia de la conciencia de los consumidores, la alimentación regenerativa ha surgido como un concepto poderoso que va más allá de la mera preservación del medio ambiente. La alimentación regenerativa se centra en la revitalización de los ecosistemas, la mejora de la salud del suelo y la promoción de la biodiversidad.
Los agricultores de todo el mundo están adoptando prácticas que mejoran la fertilidad del suelo, aumentan la retención de agua y disminuyen la necesidad de recursos sintéticos. En lugar de centrarse únicamente en maximizar la producción, estos agricultores tienen un enfoque holístico en el que el bienestar de la naturaleza también es un factor a tener en cuenta. Mejorar la salud del suelo es la medida más importante, lo que conlleva el reemplazo de monocultivos cultivados con pesticidas y fertilizantes por la rotación de cultivos y la mínima alteración del suelo.
Algunas de las estrategias que los agricultores regenerativos utilizan para mantener el suelo y los cultivos sanos son:
Alteración mínima de la tierra - la labranza utilizada para airear la tierra y eliminar las malas hierbas libera una cantidad excesiva de nutrientes que las plantas no pueden absorber completamente. Estos nutrientes son arrastrados fácilmente por la lluvia. Como resultado, la erosión de la capa superior del suelo agota su fertilidad y disminuye su capacidad para retener agua.
Diversidad de cultivos - el uso de la rotación de cultivos o de múltiples tipos de plantas reduce la vulnerabilidad de éstas ante plagas y enfermedades, y les permite adaptarse mejor a las condiciones climáticas extremas. La variedad de plantas también fomenta una rica biodiversidad en el suelo, atrayendo una mezcla de insectos y animales beneficiosos, lo que contribuye a la salud general de los cultivos.
Mantener raíces vivas durante todo el año - las raíces alimentan a los microorganísmos de la tierra, los cuales, a su vez, alimentan a las plantas.
Mantener el suelo cubierto - la erosión de la tierra se puede prevenir asegurándose de que éste no quede expuesto. Esto se logra mediante la plantación de cultivos de cobertura, como el trébol, entre las temporadas de crecimiento, así como utilizando materiales como follaje y cartón.
Biodiversidad - una rica mezcla de microorganismos, plantas y animales crea sistemas naturales resistentes. La integración de árboles, bandas de flores y ganado ayuda a establecer un equilibrio natural. Por ejemplo, el ganado de pastoreo puede controlar las malas hierbas cultivables y convertir la biomasa en estiércol, fertilizando así la tierra.
A medida que los consumidores buscan cada vez más productos que se alineen con sus valores, la industria alimentaria está respondiendo con soluciones innovadoras que no solo nutren el cuerpo, sino que también contribuyen a la regeneración de nuestro planeta. Pacha es una de esas empresas pioneras. La compañía crea pan orgánico sin gluten y tiene la agricultura regenerativa en su base. Uno de sus ingredientes principales es el trigo sarraceno. Como cultivo de cobertura, el trigo sarraceno ayuda a prevenir la erosión y se vuelve a arar en la tierra para convertirse en suelo fértil. Además, debido a que la planta tiene muchas flores, también promueve la biodiversidad y permite a los agricultores prescindir de pesticidas. Otro beneficio es que el trigo sarraceno requiere menos pesticidas y fertilizantes en comparación con otros cereales.
El cambio hacia los llamados “granos antiguos” es otro paso importante en un mundo donde solo cuatro cultivos (caña de azúcar, arroz, maíz y trigo) representan más del 50% de todos los cultivos cultivados a nivel mundial. En la agricultura convencional, una granja planta el mismo cultivo cada año y a menudo debe depender de métodos intensivos de cultivo para apoyar el crecimiento en suelos pobres. Con cada cosecha, la tierra se degrada porque se pierden más nutrientes esenciales. Por lo tanto, la granja necesita plantar en más tierra para obtener la misma cantidad de producto con el tiempo. Esto ha llevado a que los granos ahora se siembren en filas gigantes que se extienden por millas y millas.
En esta agricultura de monocultivo, las plagas, las malas hierbas y las enfermedades pueden propagarse rápidamente de una planta a la siguiente, lo que genera una dependencia de herbicidas y pesticidas químicos. Aunque esta práctica elimina las plagas y las malas hierbas, también conduce a cultivos resistentes a los productos químicos y destruye los organismos vivos en nuestros suelos.¿Sabías que en cualquier pizca de suelo hay decenas de miles de especies microbianas, fundamentales para mantener la salud de éste? Un suelo saludable puede hacer que la pulverización de productos químicos sea innecesaria, ya que ayuda a cultivar cultivos saludables y prevenir enfermedades.
La dramática pérdida de diversidad genética natural en las semillas durante los últimos 60 años, que oscila entre el 75% y el 90%, inspiró a Snacktivist a crear mezclas para hornear en casa con granos antiguos, heredados y autóctonos como el mijo proso, el sorgo blanco y el teff marfi.
Cultivar granos antiguos y heredados (como por ejemplo los granos que prosperan sin riego intensivo) ofrece la ventaja de adaptarse a climas y suelos específicos. Al incorporar estos granos en las rotaciones de cultivos, no solo se apoya la conservación del agua, sino que también se mitigan los riesgos de escurrimientos y erosión del suelo.
Además, el cultivo de granos heredados facilita la diversificación de cultivos, ya que se pueden seleccionar numerosas variedades para crecer armoniosamente entre sí o en rotación con otros cultivos adaptados a la región, como las leguminosas. La mayor biodiversidad resultante actúa como una salvaguardia contra el fracaso generalizado de los cultivos y contribuye al bienestar general del ecosistema del suelo.
Los frutos secos son otro alimento en el que la agricultura regenerativa está ganando atención. Frutos secos como las almendras, los pistachos, las nueces y los anacardos son algunos de los cultivos más intensivos en agua que se cultivan hoy en día. Se necesitan aproximadamente 16.098 litros de agua para cultivar un kilogramo de almendras, lo que equivale a 1.929 galones por libra. El estado de California, afectado por la escasez de agua, cuenta con 1.35 millones de acres de huertos de almendros y produce el 82% del suministro mundial. Esto significa que hasta el 17% del uso total de agua agrícola en California y el 13% del suministro total de agua desarrollada se destina al cultivo de almendras.
Varios proyectos están explorando enfoques innovadores para lograr que el cultivo de frutos secos sea completamente regenerativo, aunque aún no existe una solución clara sobre cómo transformar el cultivo. Simple Mills, un productor a gran escala de galletas y snacks, lanzó “The Almond Project”: una iniciativa liderada por agricultores que tiene como objetivo revolucionar el cultivo de almendras en el Valle Central de California mediante la implementación y evaluación de principios de salud del suelo regenerativo. KIND Snacks, cuyo ingrediente principal son las almendras, está llevando a cabo su propio proyecto piloto de tres años y 500 acres llamado “KIND Almond Acres Initiative”. Su objetivo es obtener todas sus almendras de granjas regenerativas para el año 2030. Ambos proyectos estan probando el uso de cultivos de cobertura, la presencia de ovejas para controlar las malas hierbas, y el compost derivado de alimentar a los bovinos con cáscaras de almendra.
A medida que avanzamos hacia un futuro en el que la agricultura regenerativa se convierte en la norma, los beneficios van más allá de la sostenibilidad ambiental y se extienden a una salud mejorada y sistemas alimentarios resilientes. Para ayudar a los panaderos europeos a satisfacer la demanda de productos de masa madre producidos localmente y de manera sostenible, Puratos lanzó Sapore Lavida, la primera masa madre activa completamente rastreable producida en Bélgica. Esta masa madre se elabora exclusivamente con harina integral al 100% proveniente de prácticas de agricultura regenerativa. Puedes obtener más información sobre este ingrediente para panadería aquí.